viernes, 30 de diciembre de 2011

Desearía

Desearía, que por sólo un momento, dejara de importarme el mundo. Qué lo que ocurre a mi alrededor dejara de afectarme, que pudiera ver la vida pasar y seguir su curso sin sentir la necesidad de interponerme.

Desearía que por una vez yo pudiera dejar de hacer de los problemas de los demás míos. No preocuparme más por otras personas de lo que me preocupo por mí misma. Desearía poder ser fuerte, poder ayudarme a mi misma, antes de pensar en arreglar a alguien más.



Desearía que mí alrededor dejara de afectarme de la manera que lo hace. Poder hacer ojos ciegos a la negrura que invade a las personas de cuando en cuando, lidiar con la mía y simplemente seguir adelante.


Pero entre más lo pienso, más imposible se hace. Porque el volver de todo esto una realidad sería como querer detener el girar del mundo o el caer de la lluvia: imposible e inútil. Esto es lo que soy, así nací. Y no solo vivo con ello… Me encanta.

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¿Así o más bipolar? ¿Quiero cambiarlo, pero me encanta? Pues sí, así es. Algunas veces créanme que me gustaría poder estar así, dentro de una caja y pensar solo en lo que hay dentro: yo.


Una vez una persona me dijo: Sólo haz lo que te corresponde. Pero no, jamás he podido hacerlo.


Digamos que soy una persona a la que el exterior le afecta demasiado… Y a veces es bueno eso, digamos que encuentro cierta empatía con las personas y si en algo ayudar… Me siento bien conmigo misma. Pero como en todo, siempre existe el otro lado de la moneda. Y es ahí donde me pongo a pensar en que muchas veces procuro tanto a las otras personas que… Me olvido de mi misma… No sé, raro… Quiero pero no quiero….


Pero como dije antes… Así soy... Tan total y completamente loca como para entenderme siquiera a mi misma...

-Cherry ;)

lunes, 26 de diciembre de 2011

¿Sabes?

¿Sabes que es caer en la oscuridad? ¿Cómo es tener que ahogar un lamento contra la almohada deseando eliminar las últimas horas de tu vida?


¿Sabes que es desear a una estrella cada noche que el día de mañana sea un poco diferente?¿Qué duela menos?


¿Sabes lo que es querer perder la razón? ¿Olvidarte de todo lo que has hecho y que los demás hagan lo mismo? ¿Perderte bien lejos? ¿Volver a comenzar?

¿Sabes que es ver una luz inalcanzable día con día? ¿Qué tu alrededor te recuerde, a cada instante y momento, que jamás podrás llegar hasta ahí? ¿Qué no vales? ¿Qué eres un nada entre una marea de gente?


¿Sabes cómo es cuando la soledad te absorbe? ¿Sentir ese hueco dentro de ti, sentir que algo falta? ¿Abrir los ojos y no notar que la misma sombra con la que te has ido a dormir sigue consumiéndote?


¿Sabes que es querer que todo se termine? ¿Qué ese se convierta en el único pensamiento que ronde tu cabeza? ¿Querer ahuyentar los recuerdos, negarles el regreso? ¿Tomar la realidad y romperla en pedazos?


¿Sabes lo que es tener miedo y aun así jugar al todo o nada? ¿Sentirse perdido, pero tener una esperanza y, que en un segundo, esa esperanza se vuelva ceniza entre tus manos?


¿Sabes cómo es que ni tus fantasías puedan salvarte? ¿Qué incluso ahí todo sea demasiado gris como para escapar? ¿Qué ni siquiera ahí puedas imaginar un final feliz?


No, no lo sabes.


Bienvenido a este mundo, el que tú has creado para mí.




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Y de nuevo: No, no voy a suicidarme! Y no, no soy emo! Y no, no estoy deprimida! Jajajaja Sólo, no sé ya varias personas a quienes se los mostré me dijeron que se sienten aunque sea un poquitín identificadas.. Y bueno, la vida no es siempre color de rosa!! (Yo la prefiero Azul ;)




Espero que hayan pasado una bonita Navidad y por si no aparezco en Año Nuevo Les Deseo Lo Mejor este año que viene :D




-Cherry :)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Looking For You


Ella te busca. Esta buscándote, y tú corres en dirección contraria. Vienes y te vas como si esto se tratara de un juego, te confundes entre las caras vacías que transitan por esta calle olvidada.
¿Por qué la dejas equivocarse de esa manera? Ilusionarse, creer que por fin te ha encontrado y después volver al principio.

No, ella no va a esperar que seas perfecto, solo quiere que seas suyo. Ambos viven enamorados de la idea de encontrarse, de poder dejar el mundo de los sueños atrás y comenzar a vivir en realidad.

Ella derrama sus lágrimas, tu solo la observas, de lejos claro, porque ni siquiera te atreves a acercarte. Pasan los minutos, los días; la situación no cambia. Pero es que ¿alguna vez lo hará?
A estas alturas su corazón no será fácil de sanar, tendrás que insistir, demostrar que la conoces, demostrar que eres tú y no otro quien ella estuvo buscando.

Ella comienza a huir de los sentimientos, quiere huir de ti, olvidarse. Te diré algo mi perfecto desconocido: ella no te esperara para siempre. Poco a poco vas a perder el derecho que tienes sobre ella, porque paulatinamente ella va a dejar de creer que existes, por más necia que pueda llegar a ser, por más que se aferre a un sueño.

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Welcome back! Awww... Ya extrañaba esto! MUCHO MUCHO DEMASIADO! :D Pero lo importante es que estoy acá de nuevo!!! Wiii ;)
UN beso!
P.D: Sii soy freaky!
P.D2: Escuchen PARADISE :) Coldplay

viernes, 7 de octubre de 2011

Entre una rosa y un clavel

Una rosa destaca entre todas las demás, es perfecta. Un clavel se esconde, limita su belleza para aquellos que lo rodean y jamás va más allá.

Una rosa posee aquel perfume encantador, seductor, interesante y fresco. Un clavel huele a naturaleza, a realidad. Belleza y simplicidad, rojo y blanco ¿Quién gana?

Los pétalos de una rosa, son suaves, castos, y eso refleja las pocas personas que pudieron, con confianza, dejar caer sus lágrimas en ellos. Los de un clavel son moldeables, se adaptan a ti, se ciñen a quien los necesite.

La rosa te atrapa, sus espinas escondidas te desgarran si intentas llegar muy lejos. El clavel también esconde, esconde un tallo firme al que podrás prenderte en tiempo de tormenta.

Sin embargo, ambos pueden marchitarse. A cual quieras darle tu atención, dedicarle una mirada, un suspiro… Un pensamiento… Depende de ti.

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¿Comentarios?

Se les quiere ;)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Sí tuviera que decir adiós...

Sí tuviera que decir adiós, comenzaría agradeciendo. Primero a mi familia, esa que siempre está para mí, que me empuja hacia adelante y me sostiene justo antes de caer. A mis amigos, por hacerme pasar tantos momentos divertidos, por desatar un poco más mi locura, por dejarme comer chocolate aunque me ponga loca. Y a mis más que amigos, a mis hermanos, no de sangre pero si de corazón, a ellos unas infinitas gracias por haberme soportado en los momentos más difíciles y por hacerme aprender tanto de mi misma, un poco cada día.
Sí tuviera que decir adiós, tomaría mi tiempo y dejaría de guardar secretos. Contaría todo aquello que está guardado en mi corazón hasta quedar transparente. Iría por ahí divulgando todo de mí, contándole a cada persona un poquito de mi vida, compartiéndola y dejándoles guardarla para siempre. Lloraría como nunca lo he hecho y me desharía de todo sentimiento que pudiera estar escondido en el fondo de mí.
Sí tuviera que decir adiós, por fuerza tendría que viajar. El último viaje, el último vuelo, la última oportunidad de comer algo nuevo, la última oportunidad de conocer otro pedacito de mundo. Aceleraría mi ritmo de vida e intentaría experimentar lo más que me fuera posible.
Sí tuviera que decir adiós, haría cartas, muchas cartas. En ellas me tomaría el tiempo de despedirme un poco más, nunca terminaría, pero al menos intentaría hacerlo. A la par tomaría fotografías a lo que pudo alguna vez hacerme feliz, y dejaría todo junto donde alguien algún día pudiera encontrarlo y recordarme.
Sí tuviera que decir adiós, buscaría alguna forma de dejar mi marca. De guardar en el mundo, aunque fuera por un momento, la evidencia que diría que alguna vez existí.
Sí tuviera que decir adiós, cantaría y bailaría. La música es y siempre será uno de mis motores, de mis desahogos, de mis placeres, así que me despediría de ella como es debido.
Pero si en realidad tuviera que decir adiós, no sabría por dónde empezar. Es por eso que agradezco estar aquí hoy, tener la oportunidad de seguir aprendiendo, tener tiempo aún para descubrir las cosas que la vida me guarda y por sobre todo, conservar la posibilidad de decirle a una que otra persona cuan importantes son para mí.
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Creo que no llego a expresar todo lo que quiero con esta entrada, pero tenía al menos que intentarlo. La verdad es que suena un poco triste este tema, es algo que jamás me había puesto a pensar y que, cuando lo hice me sorprendí bastante.
¿Qué harías tú si tu reloj se detuviera mañana? ¿En una semana? ¿En un mes? Cuando lo piensas con detenimiento te cae el veinte de lo importante que es vivir cada día como el último, de que hay que aprovechar cada segundo, cada respirar en esta vida... Porque la vida es corta, eso no podemos cambiarlo. Pero ¿qué podemos hacer para que valga la pena?
Llegamos a los 56 seguidores... Los amo! ;) Y ya que nunca es tarde... VIVA MÉXICO!! :D
Hasta la otra, pasen una bonita semana!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Dímelo

Dime que soy un desastre. No me mires a los ojos siquiera y dímelo. Imagina que hablas con la pared, una firme que resistirá y jamás se vendrá abajo.

Grítame. Grítame que debo dejar mis fantasías, que debo poner los pies sobre la tierra y comenzar a vivir la realidad. Destruye mis sueños. Escóndelos, apártalos de mí. Intenta hacerme ver de una manera diferente, ver con tus ojos y probar tus ideas.

Haz de mi mente tuya. Hazme darle vueltas a mis propios pensamientos, hazme cuestionarlos, cuestionarme.

Resiste. Resiste mis lloriqueos, dime que las lágrimas de cocodrilo no me van más, que he crecido. Recuérdame todo aquello que quiero olvidar, todos mis errores, y hazme revivirlos. ¿No es acaso que me lo merezco?

No lo entiendo ¿verdad? Tendrás que hablarme claro, directo. Ser como el hielo: frío… No, gélido. Tendrás que ser inmune a mí y mis sentimientos.

Convénceme. Convénceme de lo débil que soy, de lo fácil que es pasar por encima de mí y luego arrojarme al olvido. De lo fácil que resulta lograr que confíe, de lo difícil que me es decir no y de lo sencillo que a ti te resulta usarme.

Y así, cuando esté con mi autoestima por los suelos, con la vitalidad desvanecida y completamente decepcionada de quien soy, será solo entonces cuando recogerás las piezas de lo que antes fui y con mucho cuidado las pondrás cada una en su lugar. Te irás y desearas con todas tus fuerzas que mañana, yo esté de nuevo ahí, lista para soportar tu peso y dispuesta a no dejarte caer jamás.

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¿Dramático? Sí, un poco. Pero para mi fue simplemente el único desahogo que se me ocurrió. Gracias, por estar aquí, el saber que alguien quizá algún día lea esto me hace sentir escuchada.

Los amo, en serio, yo simplemente no sé en donde estaría ahora sin mi blog.

Ciao Regazzi!

Y no me hagan caso, yo solo pretendo no volverme loca.

sábado, 27 de agosto de 2011

Gray Eyes

Me he pasado noches enteras, repitiendo versos sin futuro en mi cabeza, buscando la forma correcta de olvidarme de todo…

Porque me miras y entonces es como si el mundo estuviera de nuestro lado, retrasando el tiempo, congelándolo para nosotros. Ya se todo de ti, tus alegrías y tus miedos. Caminamos aún más lento hacia lados contrarios, pero en la misma sintonía. Nos volvemos invisibles al mundo, palpables a nosotros mismos e infinitos se tornan tus ojos cuando las palabras salen intranquilas de mis labios…

Hace cuarenta y ocho días que se tu nombre; cuarenta y seis que pienso en ti y hace sólo cuarenta y cinco que escucho tu voz rondar en mi cabeza. Treinta y seis que me asusta tu ausencia, sólo treinta y uno que te busco desesperadamente cada que te decides a dejarme atrás. Exactamente veintinueve días desde que compartimos una canción y tiene veintisiete que la repito hasta quedarme dormida. Dieciséis exactos desde que mi corazón te escucha y se acopla a tu ritmo tranquilo, tan sólo quince desde que he decidido vivir enredada en tus brazos. Doce que mi mundo se sacudió por culpa tuya, once que tu fragancia me acompaña y diez que busco la manera correcta de describirla. Siete que ruego para que vuelvas, cuatro que te tengo de nuevo, tres desde que tristeza no forma parte de mi vocabulario y dos que me he decidido a quedarme en tus labios.

Pero fue hace sólo un día que te he dejado perdido en la irrealidad, guardado entre mis sueños, esperando que no desaparezcas para cuando la noche caiga sobre mi otra vez…

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Holaaaaa!!!! Lo sé, me pierdo... Culpa de la escuela, aunque si me preguntan amo mi vida justo ahora!! :D Es que no sé, me da una sensación de independencia ... Pero bueno! Este lo tengo.. desde hace relativamente poco y dije oohh subiré esto.. O sea, quería una excusa para subir algo y poder ponerles...
"Vean abajo estan las imagenes de los shots!!!!!! " Jajajaja Sii.. ya tengo las tres, y en serio trataré de terminarlos lo más pronto posible... No, no les diré cual es de quien.. Pueden intentar adivinar... Pero dudo que puedan!!
Ciao Regazzi ;)

domingo, 7 de agosto de 2011

Confusión y algo más...

Lo admito. Me tienes confundida en toda la extensión de la palabra. Yo no quiero nada contigo, pero tú me haces darle vueltas a mis decisiones cada vez que te apareces por aquí.

Cada vez que pienso que estas a nada de dar el siguiente paso, haces una cobarde retirada dejándome a la espera de que algo pase. Me decepcionas ¿Entiendes? Dices las cosas y al final me dejas justo donde comenzamos.

Te gusta tenerme todo el tiempo pensando en ti ¿verdad? Es obvio, no te has molestado en decirme las cosas completas.

Prefieres ocultarte entre indirectas, decirme que me quieres, y al mismo tiempo que soy una persona terrible ¿Es eso parte de tu juego? Porque entérate: no es justo. Tú has puesto las reglas y yo no sé cómo jugar.

Dijiste que pensarías en mí, yo he soñado contigo. De una manera extraña, creo que ha sido tu culpa, todo es tu culpa. Pero dime ¿Por qué has decidido cambiar las cosas a este nivel del partido? Después de años de conocerme, conocerte, conocernos, de llegar a ser amigos. ¿Por qué ahora?

Si jamás me das la oportunidad de saber qué piensas, jamás voy a poder decírtelo. Te gusta complicar algunas cosas, otras, las ves imposiblemente simples. Disfrutas de hablar en clave, pero tu clave ¿Quién la comprende?


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No, no esta no era la entrada cursi que les iba a subir... Jajaja Aunq también esta cursi... Si lo han sentido... Hi5!!! Es horrible!! xD

Cambiando de tema, entré a la preparatoria y ahora mismo estoy full con todo, será cuestión de que me acostumbre... :D Si tu sigues de vacaciones, disfrutalas!!

Los mega quiero mucho... (... sonó raro eso.. naa!)

Kisses ;)

domingo, 17 de julio de 2011

Secretos

Narra Max Evans
Tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que…
Era todo lo que podía pensar mientras sus finos labios estrechaban los míos en un cálido beso dentro del auto. La había llevado tan lejos, prácticamente fuera de la ciudad para decírselo, y ahora, que tenía la oportunidad, lo evadía con caricias que ni siquiera podía sentir.
-¿Bajamos?-pregunté cuando nos hizo falta una pausa.
Ella asintió de mala gana. Las cosas entre nosotros no habían ido muy bien desde hace un tiempo, siempre entre mentiras y secretos que ponían entre nosotros una gran pared.
Fuimos hasta la orilla de una cerca, desde donde se veía toda la ciudad y ahí uno al lado del otro, nos lanzamos a nuestros propios pensamientos ignorándonos mutuamente.
-¿Max?-murmuró ella rompiendo el frío silencio entre ambos- Creo que… Ya sabes, no vamos como deberíamos- intenté decir algo, pero simplemente no pude- Ya no nos vemos… casi nunca.
Se notaba que le costaba trabajo ordenar las ideas en su cabeza, y aún más expresarlas en palabras. Comencé a respirar pausadamente, sabía lo que estaba pensando y no quería llegar al punto de perderla esa noche.
-Y… No digo que tengas culpa, es solo que ya no vamos en la misma sintonía-se apresuro a decir y al momento bajo la mirada.
¿Qué hacer? ¿Confesarlo todo? Si yo pretendía estar con ella, tenía que decirle todo, dejar de encubrir mi realidad con mentiras tontas, y que, si somos sinceros, nadie nunca creía.
-Dany… Tengo que confesar algo-comencé con una voz temblorosa que no le dio nada de fuerza a mis palabras- Yo…
-¿Tu?-presionó ella con una voz aún más nerviosa que la mía.
-No sé como… decirlo-admito y desvío la mirada- Es complicado.
-Igual que esto, todo en nosotros es complicado. Siempre- dice ya casi gritando, y a leguas noto su frustración- Comienzo a pensar que somos demasiado diferentes…
-¡Sí! Eso, somos diferentes tu vienes del sur...-digo efusivamente intentando guiar la conversación a mi favor.
-¿Estás diciendo que todo esto es porque soy del sur?-pregunta incrédula y sé que debe estar pensando que estoy volviéndome completamente loco.
-No, el problema radica en de donde vengo yo-digo casi en un susurro mientras me acerco a ella.
-¿De dónde vienes, Max Evans?-pregunta y veo como intenta retroceder; la asusté.
No digo nada más, me limito a levantar lentamente mi índice de la mano derecha y dirigirlo hacia el cielo. Ella entrecerró los ojos y tardo un poco en reaccionar, en captar el sentido de mis actos.
-Imposible- murmura y se aferra fuertemente de la cerca cuando las piernas le fallan- Créeme no soy buena tomando las bromas.
-No estoy bromeando contigo-digo mientras intento poner una cara seria, pero estoy alerta por si llegase a caerse.
Ella se tranquiliza un poco y me mira, casi puedo sentir como me atraviesa y ve en mi interior. Me acerco inseguro a ella, tengo miedo a que me rechace, a que ya no quiera saber más de mí, ni como amigo y menos como algo más.
Sin embargo Dany deja que la acune en mis brazos, rodea mi cintura con los suyos y respiramos profundamente. Sé que una parte de ella se niega a creerme, por lo que me propongo mostrarme a ella como realmente soy. Me concentro apenas un momento y abro una conexión entre nosotros donde comienzo a transmitir escenas de nuestro pasado juntos, donde éramos más inocentes y también unos completos desconocidos.
Ella se tensa y me abraza aún más fuerte, como si me estuviera rogando que no me fuera, como si quisiera fundirnos en uno mismo. Unos segundos después, se aparta y me mira a los ojos.
-Quiero la verdad. Toda.
-Dime qué quieres escuchar-respondo calmado.
-Quiero que me digas que esto no cambia nada, que sigues siendo tú, que no vas a irte, que… que me quieres- me suplica con los ojos ya vidriosos.
-Me gustaría mucho poder hacerlo. Pero, la verdad es que no puedo vivir aquí para siempre-confieso deshaciéndome por fin de mi último secreto- Sigo yo, te sigo queriendo, pero no puedo quedarme contigo.
-Entonces dime ¿Por qué? ¿Por qué iniciaste algo que sabías no podrías terminar?- exige demandante- ¿Por qué acercarse a mi si sabías que no podrías quedarte?
-No tengo a nadie a quien culpar esta vez, más que a mi recién adquirido egoísmo- declaro impotente ante las cristalinas lágrimas que caen por sus mejillas.
-Hazlo de nuevo-pide y llevo mi mano a su mejilla para que las imágenes corran de nuevo.
Esta vez, es su mente la que las controla. Comienza conmigo, los sentimientos entre cruzados de cuando me conoció, la primera vez que le llamé por teléfono, la primera vez que me pidió llevarla a casa. Luego cambia radicalmente y aparece un chico que yo no había conocido pero había visto algunas veces. Él caminando, él hablando con ella, él besándola.
Me aparto rápido, como si su piel me quemara los dedos y la miro decepcionado. Intenta acercarse y la rechazo.
-Sucedió una vez, después de eso jamás volví a verlo. Pero supongo que ese es el secreto que yo tenía que decirte.
-No es si volviste a verlo o no, es el hecho de que jamás debió haber pasado- digo completamente seguro de que la imagen no saldrá nunca de mi cabeza- De todos modos, supongo que se termino.
-Supones bien- afirma con la voz cortada y me doy cuenta de todo lo que le hecho.
Me siento culpable, me siento el ser más miserable del universo, y por una vez se me ocurre algo que podría arreglarlo todo para ella. A mí puede costarme mucho, pero ya no es tiempo de tomar mi bien estar en cuenta.
La miro una vez más, examino cada parte de ella y voy guardando la imagen en mi memoria. Me acerco, y le tomo por las manos sin darle la oportunidad de huir, la estrecho entre mis brazos y respiro su perfume. Contengo la respiración y una lágrima del cielo cae sobre mi cabello, en el momento que uso esa misma conexión para borrar poco a poco todo recuerdo mío de su mente.
Su cuerpo va cediendo y la sostengo más fuerte hasta que cae completamente dormida, no tardará en despertar por lo que la dejo en el asiento del auto con las llaves listas en el contacto. Beso lentamente su mejilla y le abandono con las únicas palabras que hasta ahora sé valió la pena decirle: Te quiero.


*-* I love Max Evans*-* I love Max Evans *-* I love Max Evans *-*
Bueno aquí se los dejo, esta dedicado a mi hermanita SoDhaa Cullen y el chico es de una serie viejita que ojalá algún día puedan ver... Roswell !! Y mi inspiración fue Secrets de OneRepublic <3
Así que.. Espero que les guste y comenten! Sigan checando la entrada anterior, a los que respondieron por msn o twitter también los tengo en cuenta!!
Ciaoo :D

miércoles, 13 de julio de 2011

Un 14 de Febrero

N/A: Bueno chicas, espero que les guste. Quiero decirles que este shot lo escribí el pasado día de San Valentín y por eso quedo cursi :P Otra cosa, la historia la narra completa la misma “persona” así que no se confundan.

¿Quién soy? Bueno pues, no diré nombres. No ahora al menos. Digamos que soy un ente, alguien que ni está muerto ni tampoco podría considerarse vivo. Tengo un problema, se llama Kristin. Ella tiene quince años, ¿Cómo alguien tan joven puede causar tantos líos? La respuesta es simple, ella murió enamorada. Aunque por lo que veo el comprenderlo no parece tan simple.
-Por Favor- repite por milésima vez.
Ha estado un buen rato pidiéndome que le ayude, pero aunque quisiera no puedo, no es mi trabajo. En la vida después de la muerte existen diferentes tipos de entes como yo. Yo soy uno de esos que se especializan en el amor. No, no tengo rizos dorados y mi nombre no es Cupido, pero supongo que a ojos humanos eso sería lo más cercano a mi realidad.
Ok, estoy divagando. Regresemos a la niña que me persigue, la conocí porque… Bueno mi hermano (de vuelta a términos y equivalentes humanos) fue el causante de su muerte. Y no, mi hermano no es malo, ni es una sombra negra que asecha por las noches, es más, él no es precisamente el indicado para tal tarea; pero alguien debe hacerlo.
Todo lo que comienza tiene que terminar, y la vida de Kristin no era la excepción. Una muy típica adolescente: dramática, divertida, con una pizca de locura y una dosis de cursilería; esa era ella, Kristin Stephens. Ella amaba la música, los jeans, uno que otro libro y sobre todo ella estaba al pendiente de Josh.
El día de su muerte, ellos habían peleado. Que digo pelear, discutieron tan fuerte que toda la calle se entero. Se gritaron, y uno a otro, se lanzaron cuchillas en los lugares más sensibles del corazón, se hirieron mutuamente y para cuando ella salió corriendo ya estaba desangrándose. Pero claro, eso es solo una metáfora para lo dura que había estado la pelea entre ambos. Ella murió por un cliché de las muertes en las películas, claro que aquí ella no contaba con una doble; murió atropellada.
Nadie lo noto hasta que fue tarde, hasta que ya no había nada que hacer. Cuando su corazón fue marcando el ritmo de las palabras que sonaban en su cabeza… Josh, perdóname… No era mi intención dejarte solo…
Entonces, llego a donde llegan todos los que pierden la vida. Y misteriosamente yo estaba allí. Me habían llamado por una novia que se reusaba a continuar, que había intentado regresar más de una vez y que tenía a todos cansados.
Estábamos conversando. Ella seguía con la idea de volver y si continuaba así entonces tendríamos a un alma en pena. Una más entre los millones y millones que había, esos seres que de vez en cuando te observan por las ventanas para asegurarse de que estas a salvo, los que algunos llaman protectores. La verdad no pueden intervenir, aunque pueden vigilarte, darse calma viendo que sigues con tu vida, que te ves obligado a hacerlo aunque ellos ya no estén. Y de vez en cuando te sonríen del otro lado del espejo, o cuando tú mirada esta en el infinito viendo sin ver; es cuando hacen contacto contigo, a su manera, pero igualmente lo hacen.
Entonces cuando Kristin escucho la conversación, cuando escucho mi promesa de intentar arreglar las cosas, fue cuando se formo un plan en su mente y decidió no descansar hasta lograr lo que quería; la felicidad del ahora deprimido Joshua.
Es cierto que las personas enamoradas pierden la capacidad de pensar en sí mismos, de ser egoístas. Las personas que no pueden pensar en sí mismas es porque tienen un grave problema de espacio, su mente no es capaz de pensar para sí y pensar en la otra persona, por lo que sus prioridades cambian.
La joven de cabello oscuro, era incapaz de pensar en que pasaría ahora con ella. Lo cual era algo totalmente estúpido, incoherente a mi parecer.
-Por Favor-repite y me saca de mis casillas
-¿Qué es exactamente lo que quieres?-respondo parándome y concediéndole un poco de mi congelado tiempo.
-No lo sé…
-Sí no lo sabes, entonces ¿porque me pides ayuda? Si no sabes lo que quieres no tiene sentido que busques ayuda para lograrlo.
-Bueno, sí. En realidad, si sé lo que quiero… Quiero que él se olvide de mí…
-No tengo el poder de borrarle la memoria a un mortal…
-No, es que… Tu…
Algo me hizo saberlo, algo extraño. Era esa sensación, ese sentimiento que me hacía saber que el día estaba llegando, que ese día tan frustrante llegaba otra vez. Solo ocurría una vez cada año, una vez en la que todo el mundo se confabulaba para darme trabajo extra. El 14 de Febrero.
Un día en que todos deciden dejar atrás los problemas, darse amor los unos a los otros. Solo 24 horas de verdadera frustración, tanto para ellos como para mí.
Yo, en sí no podía intervenir. Solía ser solo una voz en la conciencia de quienes saben escuchar, un susurro para los que llevan una vida agitada y se preocupan por cosas sin sentido. Cuando había amor, yo estaba presente. Intentando guiarte por el camino correcto, no por el que te haría más feliz, sino por el correcto. Muchas veces, correcto y felicidad no van en la misma oración. Y ya otros de mis compañeros se encargaban de guiarte por los sentimientos y no por la razón.
La mayoría me toma solo como una voz en su interior que les dice que no están del todo locos, que les recuerda que aún tienen un poco de cordura, pero no como una opción a seguir.
-No puedo ayudarte, es mejor que vuelvas. Estarás mejor si yo no me involucro, créeme- comienzo a “salir”, tenía que llegar hasta donde están los seres con sentimientos arrebatadores que te impiden pensar con claridad.
Me materialice con la forma de uno de ellos, una debería decir. Era mejor verlo desde cerca que intentar arreglarlo todo desde un lugar intangible.
Pero, claro. Tenía que agregarse ella a mi ya de por sí complicada aventura. La necia, como había decidido comenzar llamarla.
-¿Tanta es tu desesperación que te condenaste?-cuestiono con voz agria.
-Para ser un ángel eres tan poco angelical-responde ella con una voz similar a la que había usado yo.
-Pasaras aquí, hasta que él logre olvidarse de ti por completo. Entiendes eso ¿verdad?-digo ignorando sus palabras- Eso jamás sucederá, puede que el tiempo cure las heridas, puede que se enamore de nuevo, pero jamás se olvidara de ti. Así muera, siempre estarás en su memoria, en sus recuerdos de los buenos ratos que pasaron juntos, entonces él se ira y tú te quedaras aquí.
Dudo un poco, no estuve segura si por la imagen de él con alguien más o porque comenzaba a regresar su instinto egoísta -No importa- se atreve a contestar –Mi vida fue tan corta, tan instantánea que… Siento la necesidad de hacer algo, al menos intentar hacer algo que valga la pena.
-Eres demasiado ambiciosa, si se trata de paz interior… ¿Por qué no aliviar del dolor a un enfermo? Podrías…
-Porque él me importa más… ¿Es que eres incapaz de entender eso? ¿Acaso no comprendes ese sentimiento? ¿Con que ángel del amor me vine a topar? Tu trabajo debería ser ayudar a las personas que….
-No, no es importante ahora. Él entenderá ese concepto de amor sin ti, créeme estará bien. Ahora, te ofrezco devolverte a dónde estabas. Sí, esa será mi forma de ayudarte.
-No, no es eso lo que quiero. Vamos, déjame ir contigo. Quizás pueda verlo una vez por favor, después de eso considerare la idea de regresar.
-.. Y tenias que escoger justo este día… Vale pues, pero no debes de entorpecer lo que intento hacer…
-Hecho-dijo sin siquiera darme tiempo de terminar la frase.
La guie con las voces que susurraban en mi mente, pasamos por varios lugares, viendo a gente que no podía vernos. Buscábamos al chico, pero era difícil, ahora sabrán la razón por la que este día no es de mis favoritos. Los miles de “hermanos” que tenía especializados en lo mismo que yo iban de un lado a otro, ayudando a mantener todo en orden. Sin embargo, aquí estaba yo, perdiendo el tiempo que no tenía ¿Pero qué más da si nunca me escuchan?
Me convencí de que no harían falta mis palabras, aunque fuera por un momento. Y localice al chico. Estaba en mitad de una calle poco transitada, la lluvia caía intranquila al amanecer, y él al parecer no tenía intención de moverse.
-Vamos, has algo. Tú puedes, ayúdalo. Sácalo de ahí-suplica Kristin a mi lado.
Respiré profundamente, no podía dejarlo ahí y eso era claro. Atendí a la suplica y me hice visible a los ojos de él. La lluvia era una de las sensaciones que más me había gustado experimentar, el cómo te mojaba paulatinamente y te dejaba una sensación agradable.
-¿Es que acaso esperas un auto que te quite?-pregunto dejando que las palabras le lleguen.
-Quizás-me contesta en una voz apenas audible.
-¿Algo que te atormenta?
-No lo sé, la verdad ya no sé nada. Solo no puedo pensar con claridad…
-A veces ni siquiera nosotros sabemos lo que nos pasa. La cosa esta cuando nos damos cuenta. Porque, hay de dos: primera, llegas a la conclusión de que es algo verdaderamente importante de lo que no te habías dado cuenta. O segunda, es alguna estupidez que te impidió pensar un buen rato...
-Cierto. Clasifico en la primera supongo-dice encogiéndose de hombros y mirándome por primera vez.
-Pensé que no lo sabías-digo con pesadez mientras me acerco- Vamos, muévete de ahí-lo tomo del brazo y lo arrastro hasta la orilla de la calle, donde puede deprimirse y pescar un resfriado, pero no ser arrollado.
La luz de una farola me permite verle el rostro por primera vez, al menos claramente y no como una sombra perdida en miles de otras sombras. Esta más que claro que no ha dormido en mucho tiempo, las marcas de todos morados que tiene debajo de los ojos me lo dicen.
Sin saber porque llevo mi mano a su rostro, no era capaz de notar la humedad porque mi propia palma estaba mojada. Intento borrar aquellas terribles marcas de tristeza con el vaivén de mi dedo, pero resultaba imposible, están grabadas en su piel con la malicia de alguien que quiere ponerme mal.
Sus ojos permanecen abiertos al máximo, me observaba con los pensamientos desatados en su mente. Intrigado por la extraña que esta frente a él.
-Estas hecho un desastre.
-¿Y? ¿Por qué habría de importarte?-dice rehuyendo de mi mano.
-Créeme, no tengo idea-contesto con sinceridad.
Lo siguiente fue que caminamos intranquilos por la calle, la lluvia comenzó a dar signos de parar, pero ya estábamos empapados, así que lo hiciera o no venía siendo irrelevante. El astro rey daba también signos de querer salir por el horizonte. Y la chica cuyos pasos se ahogaban por completo, nos seguía cautelosa.
Él no la ve, pero yo soy consciente de su presencia; su turbulenta presencia. Sin previo aviso, él chico se deja caer (literalmente) en una banca abandonada, que al parecer ha sido víctima de los años. Me siento a su lado mientras el escudriña el cielo naranja que presagia un amanecer temprano. Sus ojos dan destellos con la luz de los primeros rayos de sol que las nubes reflejan.A veces ni siquiera nosotros sabemos lo que nos pasa.. La cosa esta cuando nos damos cuenta, POrq hay de dos: primera, llegas a la conclusión de que es algo verdaderamente importante de lo que no te habias dado cuenta.. O segunda, es alguna estupidez que te impidio pensar un buen rato...
Se reacomoda y su cabeza queda en mi regazo. Cierra los ojos. Llevo una de mis manos a su cabello, lo aparto por completo de su cara y disfruto pasándolo de un lado a otro.
-No sé porque, pero me das una sensación de paz bastante extraña. Es como si, de repente pudiera olvidarlo todo… -dice aún con los ojos cerrados.
-“No sé” comienzan a ser dos palabras muy usadas ¿no te parece?
-Quizá. A la mejor estoy dormido y esto ha sido una terrible pesadilla o uno de mis sueños más vividos. Eso sería bueno por un lado, Kris no se hubiera ido nunca, malo porque estaba en la oscuridad profunda y me has sacado de ahí. Gracias.
Entrecierro los ojos evaluando la profundidad de sus palabras. Hay demasiada comodidad en él y el problema es cuando se te es quitado el confort, ya que, te sientes peor que antes de tenerlo. Probaste algo que te gusto y no lo quieres dejar ir, cuando te privan de eso te quiebras por dentro.
-Debo irme, ahora-digo levantándome con delicadeza pero con rapidez.
-¿Qué?-contesta levantándose por completo alarmado-¿No escuchaste lo que te dije?
-Claro y esa es la principal razón. Adiós Joshua, que tengas una bonita vida.
Comienzo a correr, necesito esconderme antes de volver a ser el intangible ser que él no podrá ver. No me lo pone fácil y comienza a correr conmigo. Grita pero intento no escucharlo, debo huir. Apresura el paso y grita aún más fuerte.
Kristin, no está por ningún lado. Ya no la siento, no la percibo; se ha perdido. ¿Yo fui quién causo todo eso? Sigo corriendo, esquivo personas y me mezclo entre ellas. La adrenalina me impulsa a no detenerme, necesito irme, necesito volver a ser invisible. No puedo concentrarme, solo me queda el seguir corriendo, con la esperanza de lograr encontrar un escondite donde todo fluya con claridad.
-¡Detente!-lo escucho decir a lo lejos; llevo la ventaja.
Tengo suerte, el semáforo en rojo. Me apresuro a cruzar sin importarme lo que los demás dicen, no escucho nada. Solo siento el ladito de mi artificial y momentáneo corazón en los oídos.
-Detente- dice Kristin que lucha por correr a mi lado.
-¿Dónde estabas?-pregunto enojada por su abandono
-No me fui, tú te olvidaste de mí. Debes detenerte ahora-ordena
-No, yo tengo que volver. Tú no debes ordenarme nada-digo exhausta
No me contradice, se detiene y me mira con pesar. ¿Qué le pasa? Allá ella, no pienso esperarla, si quiere quedarse que lo haga. Volteo hacia tras dándole un último vistazo, esperando que cambie de opinión y siga mi ritmo. Pero esta vez, ella aparta la mirada. Y varios metros atrás de ella Joshua también lo hace.
No me percato hasta que recibo el golpe que me saca volando, tanto física como mentalmente. Y ya no soy capaz de pensar en nada…
***
Despierto con un gran suspiro. La luz me molesta, pero solo momentáneamente. Ahora siento una punzada en el costado, pero lo dejo de lado ya que mi curiosidad de saber donde estoy es más grande.
Me incorporo despacio, intentando no moverme ni muy rápida ni muy bruscamente. Al quedar erguida todo me da vueltas y tengo que cerrar los ojos.
-¡Dios mío!-escucho y vuelvo a observar-Hola, hola… Pequeña ¿qué tal te sientes?
Es una mujer de voz y cara familiar. Me abraza con cuidado y me pega a su pecho, es curioso pero ahí me siento diferente, como si nada alrededor pudiera hacerme daño solo por el hecho de estar envuelta en sus brazos.
-Tengo que hablarle a Josh, acaba de salir hace solo un momento. Te juro que no se ah despegado de aquí; es un buen chico-me dice pero solo pienso en el nombre Josh… Corto de Joshua; lo conozco.
La mujer sale de la habitación. Todo a mí alrededor parece ser blanco y hay un peculiar olor a alcohol, desinfectante y medicina; demasiado limpio.
Pronto caigo en cuenta de que estoy en un hospital, me lo dicen los dos tubitos que tengo en mi muñeca y los miles de aparatos que me rodean. Mis movimientos son torpes y lentos, parezco un bebé aprendiendo a coordinar. Me frustro. Me dejo caer en la cama, me llevo tremendo golpe porque esta dura y mis costillas reclaman.
-¡Oh por Dios!-exclaman desde la puerta y lo siguiente que siento es otro par de brazos que me rodean, algo más fuerte que los primeros. No me hacen daño, siento que tienen la necesidad de sentirme ahí por lo que me quedo inmóvil y sin rechistar.
Cuando me separa para poder verme a los ojos me doy cuenta de que es aquel chico de ojos brillantes; Josh. Me sonríe y me sigue mirando aliviado.
-Lo siento, lo siento, lo siento-dice mirándome suplicante-Yo… Fue mi culpa. Traigo mala suerte, perdón-agrega arrepentido y me siento terriblemente mal por ser la culpable de su pesar.
No soy capaz de decir nada más porque me quedo helada, viendo a través de la ventana. Una silueta esta dibujada en el cristal, con un halo iluminado y las facciones alzadas en una sonrisa. Solo lo veo por un segundo, el que soy capaz de mirar sin pestañear, porque en cuanto lo hago, desaparece.
-Kristin… ¿Qué has hecho?-pienso
-Hacerlo feliz-me responde-Josh, perdón por dejarte solo… Qué tengas una larga vida, Ángela…

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Bueno, este concurso hace poco... Jijiji Espero que les guste! Ya saben que se aceptan comentarios...
Kisses!
P.d: Les estaré subiendo algunos shots que tengo por ahí guardados y espero que les gusten ;)

jueves, 7 de julio de 2011

Cielo & Mar

Ella es como el mar, yo por mi parte soy como el cielo. Ella lucha contra la corriente, me enseña a ser salvaje y pasionaria como las olas que azotan la costa. Yo por mi parte, me dejo llevar con el viento, y le hago ver más allá de lo que se ve a simple vista, le enseño a ser profunda, como las infinitas dimensiones del espacio.

Somos dos personas completamente diferentes pero iguales al mismo tiempo, dejándonos ser la una a la otra es como coexistimos y nos mantenemos unidas. Porque ella necesita de mí y yo necesito de ella.

Sé que puedo llorar sobre el profundo océano y en él, todo lo que yo deje será insignificante, mis lágrimas serán consumidas por el mar y vendrá un cielo claro y despejado. Mientras que las profundidades pueden enviar sus alaridos al infinito, sabiendo que este lo absorberá todo perdiéndolo para siempre.

Ambas causamos felicidad y destrucción, ambas somos inexplicables y cambiantes, damos a algunos razones para odiarnos y otros sin embargo pueden amarnos tal como somos, es por esto que jamás podríamos estar separadas, compartimos tantas cosas que nos encontraríamos perdidas sin la otra. Es por eso, que ella, ella es mi mejor amiga.

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Yo personalmente no me considero (no soy) una persona de una sola mejor amiga, porque aquellas personas que podrían llegar a acceder a ese puesto es porque me entienden de cierta manera, aunque jamás he encontrado a alguien que logre seguirle el ritmo a cada parte de mi... Por eso tengo mi amiga la que me hace ser cursi, la que me hace leer cosas que jamás pensé que leería, la que me hace tener un más amplio conocimiento musical, a la que le cuento prácticamente todo sobre mí, la que se que jamás estará de mi lado pero que sus puntos de vista me hacen reflexionar, la que es callada pero me grita para que baje de mi nube, la que esta en las nubes conmigo, varias adictas al chocolate, varias adictas a Damon y las que no saben nada de vampiros, la que jamás entenderá mi adicción por Twilight y que aun así va conmigo a ver las películas, las que se dejan llevar por la razón y las que siguen a su corazón así las guíe a un abismo...
Cada una de ellas es parte de mí, es parte de lo que soy y no soy, y a todas las quiero, aunque aquí entre nos... Siempre están las favoritas, las que suman más puntos y a ellas, simplemente me queda agradecerles por ser tal y como son....

Antes que nada espero que esten muy bien y que en este fin de año les haya ido de maravilla y ahora esten disfrutando de sus bien merecidas vacaciones :D

Les dejo esta entrada, espero que sea la primera de muchas que haré estas vacaciones :D

Nos estamos "viendo"!! Ciaooo

P.d: Blogger quiere hacerme enojar, por eso no puedo darle formato a la entrada estoy trabajando en ello... Sorry :/

domingo, 19 de junio de 2011

No debería, pero así es...

¿Qué hacer? Cuando el tiempo no es suficiente y las palabras dejan de ser precisas. Cuando tu mente está trabajando a mil por hora, pero te es imposible dejarte llevar por tus sentimientos.

Intentas expresarte, buscar una forma exacta, pero es ese el problema buscas exactitud y no lo estas sintiendo. Ya no puedes volver las páginas atrás, tu historia se ha ido escribiendo y es imposible borrarla.

Estás cansado de buscar y no encontrar, de preguntar y que la respuesta nunca llegue. ¿Puedes perderte a ti mismo? ¿Dejarte absorber por los demás? ¿Convencerte de que lo que esperan es lo que quieres? 

¿Es algo realmente malo o es una oportunidad de liberación? ¿No es que todas las cosas son efímeras? ¿Y si simplemente tu tiempo aquí se termino? ¿Es posible que algo que te encante hacer deje de ser una razón para ti? O quizá solo necesitas tiempo ¿Es verdad que tiempo todo lo cura?

Lo que comenzó siendo solo tuyo se convirtió en algo de los demás, y si no es tuyo ¿para qué quererlo? No te veías toda la vida en un solo sitio ¿verdad?

Levántate de nuevo, encuéntrate en tu interior y oblígate a reaccionar. Piensa, imagínate un mundo si aquello que parece ahora tan simple ¿Te gusta lo que ves?

Tienes tu respuesta ¿qué esperas? Haz tu siguiente movimiento…

***
Probablemente no se entienda esto que acabo de compartir con ustedes, pero es lo que siento. Les explico mejor: creo que he dejado de escribir para mí.. Me siento como si no hubiera logrado nada y que ya nada quiere ser logrado.
Las palabras ya no quieren tomar un orden lógico, estoy frustrada imaginativamente. No sé si es lo que se llama paro de escritor, pero es como estar perdido.
¿A quién le ha pasado? Yo veo que muchas de las historias de este gran mundo literario desaparecen a la mitad ¿Por qué? ¿Se sienten como yo? ¿Han dado un paso más allá?
Normalmente suelo terminar con unas palabras que intentan minimizar todo lo anterior, hacerles ver que si se encuentran en una situación parecida siempre hay para donde girar. En esta ocasión necesito que alguien más lo haga por mí, yo simplemente me siento incapaz. Mañana sé que lo veré con otros ojos, quizá tenga la respuesta a mi pregunta… Justo ahora quiero gritar…

lunes, 23 de mayo de 2011

Sensibilidad

La sensibilidad hoy invade mi corazón, recorre mis venas y matiza con sus tonos tristes mi mundo. Cualquier otro día las palabras no me afectarían tanto, pero hoy me hieren como fuertes navajadas. Miro a mí alrededor, lo veo lleno de gente, sin embargo la soledad también se presenta ante mí. Reflexiono, lloro quizás por cosas estúpidas y me pregunto ¿Qué es lo que estoy haciendo?

Estoy afuera. Al parecer el cielo tiene empatía conmigo porque está nublado. Gris el cielo, grises las nubes; apenas distingo uno de otro. Es curioso, ahora que lo pienso, el que un día como este se me ocurra estar de tan susceptible humor. Porque sí, soy vulnerable a lo que me rodea y lo que antes no me importaba, ahora construye sus murallas a mí alrededor dejándome prisionera en un lugar desconocido.

¡¿Pero qué digo?! Si, el clima es horrible y para los demás soy aparentemente invisible. ¿Pero desde cuando me importa estar sola?

Cada quien en sus pensamientos, cada quien rodeado de su soledad interior. Eso es algo que jamás me ha molestado, es más, lo aprecio, me encanta el estar así: conmigo misma.

Supongo que la gente se cansa de intentar llamar tu atención, de intentar sacarte del lugar tan íntimo y personal que te niegas a dejar, de llamar tu atención para hacerte reaccionar a la realidad. Nunca pensaste que lo intentarían para siempre ¿verdad?

No, no lo pensaste. Pero aun así te hubiera gustado que lo siguieran intentando, que no te dejaran nunca…
***
No, no me voy a suicidar. Pero parece ¿verdad? Es que hay momentos donde solamente te dejas llevar y tus dedos fluyen por el teclado para crear esto.
Algo más para Pink & Blue, algo más para agregar a la lista de “Razones por las cuales no juntarse con Eli” Y no canten victoria que no se libraran de mí, me he vuelto adicta a estos pedacitos de… ¿sentimientos? Así como este, habrá muchos más, prometo poner cosas más alegres y dejar de lado lo pesimista.

L@s Quiero, siempre... Elii

sábado, 21 de mayo de 2011

Expectativas


Muchas veces sientes que no cumples con las expectativas. Algunas veces no te importa, decides darles por su lado a los demás, hacerles ver que tú eres tú y nada pueden hacer al respecto; meterte en tu burbuja.

Hay algunas otras, cuando estás sensible o has pasado un mal día, donde te culpas por no ser quien se espera.

Tu familia espera que cumplas con la escuela, que destaques en algo, les gusta sentirse orgullosos de ti. Aparte de eso, quieren que ayudes con la casa, que les cuentes todo, que les contestes siempre bien, casi se puede decir que quieren que hagas todo lo que ellos te digan y además de buena gana.

Tus amigos esperan algo no tan diferente. Quieren que estés ahí para ellos, que los escuches sin importar que te guardes lo que piensas para después, que los aconsejes aunque terminaran haciendo lo que les de la gana, que los comprendas, o para ser más claro que les des la razón, que los protejas, que los ayudes, que salgas con ellos, que los hagas reír, que seas sincero, etc.

Aparte de todo eso, quieren que seas tú mismo, o más bien, el “tú mismo” que quieren que seas. De cierta manera, eres fichado desde un principio, si te sales de sus expectativas te lo harán saber rechazando tu conducta. Así que prácticamente no te dejan más remedio que adaptarte.

Les gusta que estés en la realidad. Si te dejas perder en la fantasía se enojan porque los ignoras, y cuando tú te enojas te dicen exagerado.

No me crean mucho, las cosas no son tan negras como las pinto. Los amigos y la familia, te quieren, velan por ti y de vez en cuando, hay un momento, en algún mal día, donde te das cuenta de que los necesitas de una u otra manera y que no podrías vivir sin ellos.

Lo que podríamos concluir es que tienes que gritarles, algo así como “No estoy pintado ¿sabes?” Date tu tiempo, desconéctate del mundo y respira; relájate. Piensa en todas las cosas buenas que tienes, lo que quieres lograr y por lo que vale la pena seguir adelante. Eso sí, nunca cambies por nada ni por nadie, protege tu forma de pensar y lo que eres, porque es lo más valioso que tienes.

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Lo sé. Yo y mis desahogos. No intento terapearlos jajaja.. Solo comparto lo que pienso. El escribir, es una cierta manera de ser escuchado, porque te sientes escuchado, aunque nunca hayas conocido a la persona que comentara tu entrada. Pero con el tiempo aquí, he conocido personas con las que tomé gran cariño y con las que compartí mi vida, juntas descubrimos que la distancia hace la confianza, porque no hay probabilidad de salir herido.

Ahora voy a tener semanas difíciles, llenas de estudio o al menos me gusta pensar que estudiaré. Si no me ven por aquí, ya saben porque... Otra cosa, Another Story Of Twilight.. Vendría siendo mi proyecto de verano, intente seguirla y lo intente de nuevo pero hay algo que ya no me gusta cofcoflaprotagonistacofcof Así que editaré la historia, pero juro que la terminaré, solo por ser la primera y porque amo a Embry xD

Ahora si, bye bye!

Love Ya! ;)

domingo, 8 de mayo de 2011

Sueños





...Los que sueñan de día son consientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan solo de noche...

-Edgar Alan Poe 

Existe una línea muy delgada entre los sueños y los deseos. Ambos son cosas que queremos, cosas que deseamos. ¿Ves? Diferenciarlos es increíblemente complicado, hasta el punto en el que he llegado a pensar que son la misma cosa ¿Lo son?

Si pudieras pedir un deseo ¿qué sería? Es una pregunta que la mayoría de la gente nunca toma en serio o quizás sí, pero al día siguiente cambian de opinión. Un deseo... Si es algo que deseas, es algo que sueñas con tener, porque si lo deseas es porque ya te has visto con eso ¿no?

Si me hubieran preguntado hace diez años, hubiera respondido algo como bailar Ballet como en las películas de Barbie y después ser una princesa, saltándome claro la parte del príncipe porque o sea: ¡qué asco!

Hace unos siete años hubiera pedido algo más fantasioso como volar o hacerme invisible o ir a Hogwarts. Unos años después me vino la fiebre Jonas y entonces seguramente no hubiera dudado en pedir casarme con Joe o ya tan siquiera que me hiciera una canción. Hace dos años hubiera pedido a Edward de navidad y que me convirtiera en vampiro.

Sin embargo, si me lo preguntan ahora, no sabría que responder. Lo primero que se me ocurre es muchos deseos más, pero eso está prohibido por la mayoría de los métodos para conseguir deseos, ya que normalmente los deseos se los cumplen a gente "buena" y pedir más deseos sería egoísta. Así que esa opción queda totalmente eliminada.

¡Paz mundial! Ok, puede sonar a un cliché de los concursos de belleza, pero en realidad y a como está el mundo ahorita, sería una muy buena opción.

Pero lo que más se acercaría a algo que yo verdaderamente podría pedir, sería algo así como que lo que sea que yo escribiera pudiera sacarlo del papel y hacerlo realidad (Sí, la idea me vino mientras leía Corazón de Tinta) Sigo siendo igual de fantasiosa que cuando tenía cinco años pero ¿Qué somos sin la fantasía? ¿Sin poder tener esa vía de escape que son los sueños? 

***

Ok, esto entra en una nueva "sección" que he planeado desde hace tiempo "Pink & Blue... Just My Feelings" ¿Qué quiero lograr con esto? Nada, en realidad lo hago sólo porque me nace escribir sobre cosas que se me ocurren en el momento, cosas que no se pueden meter en una historia. Que no les sorprenda que algún día no lleguen a entender lo que voy a poner aquí xD Ni siquiera tienen que leerlo, aunque creo que a veces pueden sentirse identificados... ¡Así que mejor si léanlo! ¡Van a ser entradas cortas así que no sean flojos! 
Wow! 41 Seguidores!! No me la creía!! xD I Love You Guys!
Me voy despidiendo!! Bye Bye ;)

jueves, 14 de abril de 2011

Mi Pianista

         Una serie de eventos nos pusieron a los dos en la misma casa. Primero, mi mamá había decidido—hace unos años—ampliar la casa, por lo que la que antes era su habitación ahora se usaba de cuarto de visitas; segundo, sus padres habían salido de viaje y, pensándolo bien, jamás supe cual fue la verdadera razón de eso; tercero, mi madre era propensa a dar la mano a quien lo necesitaba, así que decidió que el chico de cabellos cobrizos y ojos verde esmeralda podía quedarse con nosotras.
            Y así fue como todo se convirtió en un juego entre él y yo.
           Por las mañanas siempre lo encontraba abriendo su puerta al mismo tiempo que yo decidía salir de mi habitación, cosa que, con el tiempo, supe que no era mera coincidencia. Él planeaba cada encuentro, quizá no con la meticulosidad que me imaginaba en una escena de genio malvado, pero lo hacía y eso era lo importante.          
        La primera opción por la que opté fue la de sólo ignorarlo, pero al no darme ningún resultado aparente, sino que al contrario avivó su interés, decidí seguirle la corriente lo cual resultó en un tira y afloja bastante divertido.
        Nos movía la emoción, la adrenalina pura de ser atrapados infraganti en cosas que parecían de lo más simples. Nos gustaba sentarnos en la sala mientras mi madre estaba ocupada trabajando o entretenida en un punto de cruz, quizá en un juego del periódico, para sumergirnos cada quien en un libro.
Me gusta leer, pero con Edward presente se hacía una tarea imposible concentrarse. Yo levantaba la mirada y él estaba mirando en mi dirección o viceversa, así que durante horas no era capaz de pasar del mismo renglón. Los dos éramos consientes de que aunque nos atrapara con esas miradas coquetas mi madre  no diría absolutamente nada, pero preferíamos divertirnos con la idea de que hacerlo sería aunque sea un poquito peligroso.

Edward era fan de hacerme reír en las situaciones que ameritaban de seriedad y, sobre todo, le encantaba ver cómo me derretía cuando me miraba con esos ojos de niño bueno. Como es claro, yo intentaba sostenerle la mirada, pero él siempre ganaba y yo terminaba con la vista clavada en el suelo mientras él reía sonriendo con su característica sonrisa de lado.
Y podrían pasar años, pero jamás olvidaré la noche en que, muy discretamente, abrió la puerta de mi habitación y se recostó un momento en la orilla vacía de la cama. Yo me hice la dormida. Él lo supo casi al instante, más no me puso en evidencia, prefirió mantenerse en silencio y hacer que me creía.
Me acarició el cabello, lo apartó de mi cara y besó mi mejilla con tanta ternura que sentí como esta se coloreaba mientras la comisura de mi boca luchaba por no hacerse en una sonrisa. Di gracias al cielo que estaba oscuro.
Después de eso vino la tremenda, y cabe mencionar espectacular, situación en que me metió un día mientras intentaba no quemar la cocina.
Estaba vigilando unos brownies en el horno cuando llegó por detrás y me rodeó con sus brazos por la cintura mientras hundía el rostro en mi hombro e inhalaba profundamente.
—Me gusta como hueles ¿te lo dije ya?—susurró levemente dejando que su cálido aliento me rozara el cuello.
Cómo es lógico no pude más que tartamudear en respuesta y es que mi preocupación estaba más lejos de que el postre se quemara, era el hecho de que pudiéramos tener público lo que me mantenía alerta y completamente tensa entre sus brazos.        
Era domingo y, como buen domingo, los hermanos de mi mamá y sus hijos estaban en casa. Uno de los sillones de la sala de estar estaba en un ángulo diferente al que normalmente para hacer más espacio y poder sentarnos todos juntos, desde esa posición con tan sólo echar la cabeza un poquitito hacia atrás era suficiente para ver toda la escena que se armaba en la cocina: mi pulso acelerado y mis intentos fallidos de deshacerme del amarre de los brazos de Edward. 
Aunque, por lo visto, Edward aun no lo consideraba lo bastante divertido.
De un momento a otro me giró y esta vez me atrapó entre la barra y su cuerpo. Sus labios trazaron un camino continuo desde mi frente hasta mi mandíbula, dejándome lo bastante anonadada como para poder detenerlo cuando se propuso algo un nivel más arriba.
Se separó y volvió a acercarse lentamente. Yo sabía lo que estaba por pasar: sus labios apresarían los míos en un abrir y cerrar de ojos, sin permiso alguno, y no podría detenerlo aunque quisiera hacerlo, que no era así, porque sus manos ya aprisionaban mis muñecas en el pequeño espacio que existía entre su pecho y el mío.
Ya no pensaba, ya no era consciente de nada que no fuera su aliento y el mío entremezclándose como uno sólo. Si hubiera tenido la oportunidad le hubiera rodeado el cuello con mis manos, pero jamás pude hacerlo porque jamás llegó a besarme ese día.
Justo en el momento épico de nuestra telenovela personal entró una de mis primas, la más pequeña, a pedirme la cuchara del chocolate y fue eso lo que hizo que Edward se apartara de repente. Por suerte, la niña era lo suficientemente inocente como para no mal interpretar lo que había visto, pero, sobre todo, no le pareció lo bastante interesante par írselo a contar a nadie.
Pero, sin duda alguna, lo que más me gustaba, más que cualquier otra cosa de compartir el mismo techo con Edward, eran sus conciertos nocturnos de piano. Y me encantaban porque yo sabía que él tocaba para mí.
Cuando me disgustaba con él, tocaba canciones melancólicas de “lo siento”; cuando solamente quería hacerse notar, interpretaba cualquier canción lenta que pudiera ayudarme a dormir. Incluso había compuesto una nana, nostálgica y alegre al mismo tiempo, que tocaba solamente cuando planeaba colarse en mi habitación ya bien entrada la noche a observarme dormir. Era como un idioma predeterminado entre nosotros: deja la puerta sin seguro.
Poco a poco decidimos hacer excursiones fuera de la casa sólo él y yo. Caminábamos durante horas, a veces hablando de todo u poco y otras en completo silencio porque las palabras no eran necesarias para ir en la misma sintonía, nos bastaba con el rítmico vaivén de nuestras manos entrelazadas.
El día que se fue… Por un instante se convirtió en uno de los más tristes de mi vida, no precisamente por el hecho de no volverlo a ver, ya que vivía a dos cuadras de mi casa sino porque ya no lo tendría las veinticuatro horas del día sólo para mí. Ahora tendría que compartirlo con el resto del mundo y era una idea desagradable sólo pensarlo.
Lo vi recoger sus cosas: guardar minuciosamente su ropa dentro de las maletas; quitar su cepillo de dientes del lugar al lado del mío; tomar su libro de partituras que dormía, cansado de tantas noches de música, sobre mi piano.
Podría decirse que cada movimiento que daba me entristecía cada vez más, quería tener el poder de encerrarlo ahí conmigo para siempre. Quería escuchar su voz mientras se daba una ducha, quería respirar su fragancia por cada rincón de la casa, quería encontrarme con sus camisetas en el piso del baño. Lo quería, sí, lo quería a él.  
            Y esa mañana de despedida justo cuando estaba a punto de echarme a llorar en sus brazos y suplicarle que no se fuera, me susurró al oído las palabras que echaron a volar mi sentimiento de abandono rápidamente: Nos vemos en una hora.
            Esa tarde cuando lo vi, supe que jamás en la vida lo debería irse de nuevo así tuviera que seguirlo hasta el fin del mundo o convertirme en su sombra, porque él se había convertido rápidamente en mi confidente, en mi amigo, en mi pianista favorito. Su compañía era lo que más me había hecho sentir completa, alegre y viva en un largo tiempo.  A su lado me era imposible parar de sonreír.
            Él me levantó mientras me abrazaba dejándome sentir el delicioso calor que emanaba su cuerpo. Al instante busqué sus labios y lo besé. Edward se congeló un momento por la sorpresa, pero reaccionó y me devolvió el beso mientras sonreía.
            Una vez que tuve los pies en el suelo, literal y metafóricamente, pude escuchar de su boca unas palabras que conforme se abrieron paso se fueron grabando en mi mente.
— Es que al fin comprendiste que es a mi lado dónde perteneces?
Así que eso era lo que pensaba. Justo lo mismo que yo, pero él se había dado cuenda mucho antes. Chico listo.
           —Sí, por fin me ha quedado claro—respondí y volvimos a lo nuestro. 
                                                                         ***
¡Awww mi Edward! Lo adoro y por eso me es imposible no ser cursi cuando escribo sobre él :D 
Se los dejo para que sigan comentando :) 
-Cherry