domingo, 17 de julio de 2011

Secretos

Narra Max Evans
Tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que…
Era todo lo que podía pensar mientras sus finos labios estrechaban los míos en un cálido beso dentro del auto. La había llevado tan lejos, prácticamente fuera de la ciudad para decírselo, y ahora, que tenía la oportunidad, lo evadía con caricias que ni siquiera podía sentir.
-¿Bajamos?-pregunté cuando nos hizo falta una pausa.
Ella asintió de mala gana. Las cosas entre nosotros no habían ido muy bien desde hace un tiempo, siempre entre mentiras y secretos que ponían entre nosotros una gran pared.
Fuimos hasta la orilla de una cerca, desde donde se veía toda la ciudad y ahí uno al lado del otro, nos lanzamos a nuestros propios pensamientos ignorándonos mutuamente.
-¿Max?-murmuró ella rompiendo el frío silencio entre ambos- Creo que… Ya sabes, no vamos como deberíamos- intenté decir algo, pero simplemente no pude- Ya no nos vemos… casi nunca.
Se notaba que le costaba trabajo ordenar las ideas en su cabeza, y aún más expresarlas en palabras. Comencé a respirar pausadamente, sabía lo que estaba pensando y no quería llegar al punto de perderla esa noche.
-Y… No digo que tengas culpa, es solo que ya no vamos en la misma sintonía-se apresuro a decir y al momento bajo la mirada.
¿Qué hacer? ¿Confesarlo todo? Si yo pretendía estar con ella, tenía que decirle todo, dejar de encubrir mi realidad con mentiras tontas, y que, si somos sinceros, nadie nunca creía.
-Dany… Tengo que confesar algo-comencé con una voz temblorosa que no le dio nada de fuerza a mis palabras- Yo…
-¿Tu?-presionó ella con una voz aún más nerviosa que la mía.
-No sé como… decirlo-admito y desvío la mirada- Es complicado.
-Igual que esto, todo en nosotros es complicado. Siempre- dice ya casi gritando, y a leguas noto su frustración- Comienzo a pensar que somos demasiado diferentes…
-¡Sí! Eso, somos diferentes tu vienes del sur...-digo efusivamente intentando guiar la conversación a mi favor.
-¿Estás diciendo que todo esto es porque soy del sur?-pregunta incrédula y sé que debe estar pensando que estoy volviéndome completamente loco.
-No, el problema radica en de donde vengo yo-digo casi en un susurro mientras me acerco a ella.
-¿De dónde vienes, Max Evans?-pregunta y veo como intenta retroceder; la asusté.
No digo nada más, me limito a levantar lentamente mi índice de la mano derecha y dirigirlo hacia el cielo. Ella entrecerró los ojos y tardo un poco en reaccionar, en captar el sentido de mis actos.
-Imposible- murmura y se aferra fuertemente de la cerca cuando las piernas le fallan- Créeme no soy buena tomando las bromas.
-No estoy bromeando contigo-digo mientras intento poner una cara seria, pero estoy alerta por si llegase a caerse.
Ella se tranquiliza un poco y me mira, casi puedo sentir como me atraviesa y ve en mi interior. Me acerco inseguro a ella, tengo miedo a que me rechace, a que ya no quiera saber más de mí, ni como amigo y menos como algo más.
Sin embargo Dany deja que la acune en mis brazos, rodea mi cintura con los suyos y respiramos profundamente. Sé que una parte de ella se niega a creerme, por lo que me propongo mostrarme a ella como realmente soy. Me concentro apenas un momento y abro una conexión entre nosotros donde comienzo a transmitir escenas de nuestro pasado juntos, donde éramos más inocentes y también unos completos desconocidos.
Ella se tensa y me abraza aún más fuerte, como si me estuviera rogando que no me fuera, como si quisiera fundirnos en uno mismo. Unos segundos después, se aparta y me mira a los ojos.
-Quiero la verdad. Toda.
-Dime qué quieres escuchar-respondo calmado.
-Quiero que me digas que esto no cambia nada, que sigues siendo tú, que no vas a irte, que… que me quieres- me suplica con los ojos ya vidriosos.
-Me gustaría mucho poder hacerlo. Pero, la verdad es que no puedo vivir aquí para siempre-confieso deshaciéndome por fin de mi último secreto- Sigo yo, te sigo queriendo, pero no puedo quedarme contigo.
-Entonces dime ¿Por qué? ¿Por qué iniciaste algo que sabías no podrías terminar?- exige demandante- ¿Por qué acercarse a mi si sabías que no podrías quedarte?
-No tengo a nadie a quien culpar esta vez, más que a mi recién adquirido egoísmo- declaro impotente ante las cristalinas lágrimas que caen por sus mejillas.
-Hazlo de nuevo-pide y llevo mi mano a su mejilla para que las imágenes corran de nuevo.
Esta vez, es su mente la que las controla. Comienza conmigo, los sentimientos entre cruzados de cuando me conoció, la primera vez que le llamé por teléfono, la primera vez que me pidió llevarla a casa. Luego cambia radicalmente y aparece un chico que yo no había conocido pero había visto algunas veces. Él caminando, él hablando con ella, él besándola.
Me aparto rápido, como si su piel me quemara los dedos y la miro decepcionado. Intenta acercarse y la rechazo.
-Sucedió una vez, después de eso jamás volví a verlo. Pero supongo que ese es el secreto que yo tenía que decirte.
-No es si volviste a verlo o no, es el hecho de que jamás debió haber pasado- digo completamente seguro de que la imagen no saldrá nunca de mi cabeza- De todos modos, supongo que se termino.
-Supones bien- afirma con la voz cortada y me doy cuenta de todo lo que le hecho.
Me siento culpable, me siento el ser más miserable del universo, y por una vez se me ocurre algo que podría arreglarlo todo para ella. A mí puede costarme mucho, pero ya no es tiempo de tomar mi bien estar en cuenta.
La miro una vez más, examino cada parte de ella y voy guardando la imagen en mi memoria. Me acerco, y le tomo por las manos sin darle la oportunidad de huir, la estrecho entre mis brazos y respiro su perfume. Contengo la respiración y una lágrima del cielo cae sobre mi cabello, en el momento que uso esa misma conexión para borrar poco a poco todo recuerdo mío de su mente.
Su cuerpo va cediendo y la sostengo más fuerte hasta que cae completamente dormida, no tardará en despertar por lo que la dejo en el asiento del auto con las llaves listas en el contacto. Beso lentamente su mejilla y le abandono con las únicas palabras que hasta ahora sé valió la pena decirle: Te quiero.


*-* I love Max Evans*-* I love Max Evans *-* I love Max Evans *-*
Bueno aquí se los dejo, esta dedicado a mi hermanita SoDhaa Cullen y el chico es de una serie viejita que ojalá algún día puedan ver... Roswell !! Y mi inspiración fue Secrets de OneRepublic <3
Así que.. Espero que les guste y comenten! Sigan checando la entrada anterior, a los que respondieron por msn o twitter también los tengo en cuenta!!
Ciaoo :D

3 comentarios:

  1. Anónimo18/7/11

    Ooooh... Me a enamorado esta historia... Te puedo pedir un favor? Puedes escribir mas historias de este tipo? (esque amo leerlas, me emocionan...) bueno, un besito!

    ResponderEliminar
  2. Awww!! Jajaja Y a mi me emociona escribirlas... Amo dejar los shots así para que después cada quien se imagine que pudo haber pasado y bla bla!

    Gracias Cherry's.. (Notaste que mi perfil también es Cherry XD)

    Besos ;)

    ResponderEliminar
  3. No sabia que la tenias aqui, hubiera comentando hace un monton de tiempo, y ay no puedo explicar que pasa en mi mente y corazon cuando leo esto, morire, mi hermoso Max Evans :3 Un dia me lo tendras que regalar, amo esta historia *w* amo el amor junto con una buenisima narracion, tendre muy dulces sueños, bueno te dejo sigue asi babe

    ResponderEliminar

Tus comentarios.. Son siempre bienvenidos! :D