Destino inminente,
Teñido de miedo.
-ByCherry
Llevo la mirada al cielo, ahí, a ese ocaso perfecto que ha
reinado sobre el mundo, a ese preludio de una tragedia. A mí alrededor, llueve
ceniza, una brisa tenebrosa sin luz ni esperanza que cae sobre mí y me impregna
de una fragancia ambigua que hiela mi sangre. Olor a muerte.
Los rumores dicen que hay una guerra en las alturas, una
guerra por amor y por odio, algo que destruirá todo lo que conozco en cuestión
de segundos. Intento no hacer caso, intento por todos los medios ignorar lo que
se dice porque el miedo es paralizante, pero lo poco que sé es que las apuestas
por el mundo son nulas o, mejor dicho, las apuestas porque el
hombre resista no existen.
Un ser puro, un ángel, ha caído en la tentación de un ser
ancestral, un demonio, y le ha jurado amor eterno, condenando, así, su alma a
la mísera oscuridad. Sus hermanos y hermanas han decidido dar su vida por aquel
espíritu inquieto, enzarzándose en una guerra inevitable contra una fuerza
lóbrega que no se detendrá a pensarlo dos veces antes de consumir en mundo como
pólvora. Y lo harán.
Me encojo y susurro una plegaria, la única que sé, la única
que me han enseñado, y pienso en el sol opaco que desaparece en el horizonte.
Han pasado días o quizá años, no lo sé y no quiero averiguarlo, en que nada,
por más brillante, ha logrado vencer la maldición que se ha apoderado del
destino.
Lo admito, tengo miedo. Un miedo que no sólo está sobre mí
sino sobre cada ser vivo en este suelo, sobre cada ser que se ha quedado sin
salida ante su destino inminente. Y dejaré este cuerpo pronto, jamás pensé que
sería así, pero la incertidumbre me mata, lentamente como un veneno que recorre
mi cuerpo y que, de alguna manera, intenta prevenirme sobre lo que se viene.
Veo el cielo apagándose como una estrella parpadeante, sin
prisa, mientras siento cómo se me escapa la esperanza y escucho un sonido
aberrante que desciende desde el universo. Cierro los ojos y me aferro a lo
único que tengo… yo misma.
~ByCherry~