Me tienes aquí, contigo, en esta fracción de segundo donde el silencio parece hacer eco en tus pensamientos. Te miro, me miras, no hay nada más que decir mientras la distancia se acorta y me tiemblan las manos.
Y aparece, aparece ese brillo en tus ojos que me hace perder la noción del tiempo y la realidad, que me hace pensar en un para siempre. Buscas una señal, una respuesta clara a tus intenciones y la encuentras en la comisura de mis labios que se eleva lentamente haciendo que tu corazón se detenga.
Ahora, ahora imagina que no hay mañana, que no habrá otra oportunidad para dejar que tus sentimientos tomen el control de la situación. Siente ese viento alborotar mi cabello contra tu rostro, siente mi perfume abriéndose paso hasta ti, siéntelo envolverte.
No seas piadoso, no te controles, no te restrinjas y yo prometo no dejarte ir jamás. Tampoco lo pienses, sólo déjate llevar por la sensación que controla el palpitar de tu alocado corazón y que te convierte en una pieza de metal atraída por el imán de mi abrazo.
Nota como nuestras respiraciones se entremezclan formando una sola, como tu mano aprisiona mis dedos y como nuestras miradas se apagan paulatinamente mientras la distancia se convierte en nada.
Respira, respira como si jamás lo hubieras hecho, sintiendo ese placer esparcirse por todo tu cuerpo. Entonces, encuentra mis labios y bésame.
No te apartes, no respires, no abras los ojos. Sólo siéntelo, siénteme acariciar tu mejilla, fundirme en tu latido acelerado y aprisionarte en mi mente para siempre…
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Desaparezco, pero no para siempre. Espero que estén teniendo un bonito inicio de vacaciones, nos estamos leyendo...
Cherry
