Adiós

Fue mi culpa, lo sé. Te aparté, te mentí, fingí que nada pasaba y éstas son mis consecuencias: verte feliz con alguien más. Tú no ibas a esperar para siempre y yo lo sabía, intenté con todas mis fuerzas que no pasara y pasó. Lo negué y aquí estamos ahora.

Para ti fue fácil, lo sé, y lo sé porque yo estuve ahí. Vi como lentamente alguien más ganaba tu confianza y no hice nada. Lo ignoré, porque quería ignorarlo porque, en secreto, realmente quería dejarte ir. Quería que tuvieras la oportunidad de huir y por eso me resistí, pero no sirvió de nada porque dolió de todas maneras y lo va a seguir haciendo porque nos metiste hasta el fondo en algo de lo que tú saliste, pero yo no.
Me callé palabras que quise decir por miedo y, ahora, me arrepiento, pero sé que aunque tuviera otra oportunidad no cambiaría nada porque hay una pequeña parte de mí, por diminuta que sea, que me dice que sin mí estás mejor.

La lluvia, el sol. No existe diferencia alguna, mis sentimientos se han quedado estancados en aquel frío que recorre cada una de mis extremidades y me hace desear con ganas el poder abrazarte una vez más. Pero no puedo, no puedo porque te has ido y tengo que aceptarlo. 

         Aquí, en este segundo, es cuando me doy cuenta que contigo fui, pero no seré.

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Hay personas que entran de improviso a nuestras vidas y de improviso, por la situación que sea, igual se alejan. Quizá algún día regresen, quizá no, pero no podemos quedarnos varados hasta que suceda, no podemos depender de alguien... Así que lo mejor es déjalo ir, si vuelve es tuyo sino nunca lo fue... 

Cherry